El correo que mencioné y toda esta lucha por alcanzar la tan anhelada libertad financiera, fueron un cumulo de emociones que simplemente fueron fluyendo y que concluyeron en lo siguiente: tenemos la obligación primero moral y ética, de compartirle esto a todos quienes han confiado en nosotros en los últimos años y no solo eso, vamos a fortalecer un mercado en donde vorazmente solo unos pocos ganan y muchos pierden.

Conocemos la gente, tenemos acceso a expertos gestionando grandes capitales, hemos creado relaciones con altos ejecutivos del sector en importantes compañías, vamos entonces a transformar el mundo de las inversiones ayudando a que cada vez mas personas no solo puedan maximizar su tiempo y esfuerzo, si no también que su dinero tenga un mejor lugar a donde ir que no sea el banco, ese lugar perezoso donde te dan apenas unas migajas como ganancia, mientras ellos por otro lado prestan tu dinero a terceros con intereses descomunales, muchas veces impagables y se llevan para si toda la ganancia.

Crearíamos algo donde además quienes crean en nuestra visión, nuestra convicción y nuestro trabajo, puedan co-equipar junto a nosotros en la construcción de un gran activo, que así como a mi me seguía generando esos tan anhelados ingresos residuales. Queremos compartir esto con todos ustedes, queremos realmente construir una comunidad que pueda volver a creer y que pueda construir para si un patrimonio tan grande y solido, que día a día mientras trabaja con nosotros tenga la tranquilidad de saber que esta construyendo para el futuro.